El matrimonio fue instituido primeramente en el Jardín del Edén. Es una unión monógama, física, emocional y espiritual entre un hombre y una mujer. Ese es el plan divino (Gn. 2:24). Alguien dijo que Dios diseñó el matrimonio para:
- El compañerismo (Génesis 2:18).
- Para evitar la fornicación (1 Corintios 7:2-5)
- La procreación (Génesis 1:28; 1 Timoteo 2:15)
- La protección de los hijos (1 Timoteo 5:8)
- La felicidad. (Proverbios 18:22; Eclesiastés 9:9)
- Contribuir al bienestar de la sociedad en general.
Desde el principio podemos ver entonces que la disolución del matrimonio no estaba contemplada ni permitida. Ahora bien, en la Biblia sí vemos que el divorcio es mencionado.
Es por eso que es importante explicar bien la razón por la que este asunto es traído a Moisés, a Jesús y aun a Pablo, y reafirmar la posición de Dios sobre el mismo.
Veamos dos instancias en el Antiguo Testamento y dos en el Nuevo, para entonces comentar sobre las mismas.
Contents
- 1 El divorcio en el Antiguo Testamento
- 2 ¿Estaba Pablo de Acuerdo con el Divorcio?
- 3 Divorcio en la Biblia » Consejos y Apoyo de expertos
- 3.1 ¿Qué es el matrimonio en la biblia?
- 3.2 ¿Qué son los Sacramentos en la Biblia y cuáles son?
- 3.3 Otros sacramentos contenidos en la Biblia
- 3.4 Tipos de Matrimonio en la biblia
- 3.5 Matrimonio Religioso
- 3.6 Matrimonio Católico
- 3.7 Matrimonio Cristiano
- 3.8 ¿Cuándo es aceptado el Divorcio en la Biblia?
- 3.9 El Divorcio en el Antiguo Testamento
- 3.10 El Divorcio en el Nuevo Testamento
- 3.11 ¿Qué dice la Biblia del Divorcio por Maltrato?
- 3.12 Preguntas Frecuentes
- 3.13 ¿Qué es la Inmoralidad Sexual en la Biblia?
- 3.14 ¿En dónde se encuentra el fundamento bíblico del matrimonio?
- 3.15 ¿Qué son los Sacramentos?
- 4 ¿Permite la Biblia el Divorcio en Caso de Adulterio?
- 5 El divorcio en la Biblia, ¿es permitido?
- 6 ¿Qué dice la Biblia sobre el divorcio?
El divorcio en el Antiguo Testamento
1) Deuteronomio 24:1-4
Aquí vemos que Moisés concedió cartas de divorcios a los hombres si encontraban algo indecente en sus esposas. No está muy claro todo lo que indecente implicaba, porque podían ser desde faltas mayores hasta que la esposa quemara la comida.
La ley decía que si la mujer era encontrada en adulterio, la sentencia era apedrearla hasta la muerta. Así que lo indecente eran otro tipos de faltas que no incluían el adulterio.
En la ley, el matrimonio era algo serio: si alguien quería divorciarse de su esposa, se buscaban dos testigos para que constara el divorcio, pero también para que alguno de ellos se hiciera cargo de ayudar en el sostén de esa dama.
2) Malaquías 2:13-16
Aquí Dios está siendo enfático en que Él odia, aborrece y detesta el divorcio. La institución sagrada del matrimonio no fue establecida con una cláusula de divorcio.
El divorcio vino como consecuencia del pecado y de la maldad del hombre.
Moisés se vio obligado a dar cartas de divorcio, pero antes de que culminara el Antiguo Testamento, Dios mismo confirma cuál es su posición ante tan nefasta decisión de las parejas.
El Divorcio en el Nuevo Testamento
Mateo 19:3-12
¿Qué está sucediendo aquí? Los fariseos tratan, nuevamente, de probar y ver si pueden sorprender a Jesús. Le preguntan si era lícito o correcto el dar carta de divorcio por cualquier cosa. Lo que aquí demuestra es la interpretación que ellos habían hecho al porqué Moisés permitió el asunto del divorcio.
Sin embargo, Jesús aclara la posición de Dios sobre el matrimonio. Él corrige a los fariseos y explica que Moisés se vio obligado a dar cartas de divorcio por la dureza del corazón de ellos, no porque fuera el deseo de Dios.
Entonces, Jesús da como única razón válida para el divorcio la porneia (inmoralidad sexual),un término que abarcaba una amplia gama de pecados sexuales. Pero aun en sus palabras podemos notar que es más una excepción, no un deseo (cp. Mt.
19:6,8).
1 Corintios 7:1-16
Aquí Pablo da una amplia y extensa explicacion sobre el matrimonio. Pablo recalca que el Plan de Dios es una entrega total del hombre a la mujer y viceversa.
La excepción para separarse es para orar y por acuerdo mutuo. En otras palabras, un creyente no debe separarse de su cónyuge por ninguna otra razón, y si se separa para orar, debe haber mutuo acuerdo.
No puede ser una decisión unilateral.
Observe que Pablo añade como una causa de divorcio el que un cónyuge no-creyente abandone al creyente. Permítame explicar esto. Pablo lo único que está aceptando aquí como razón para el divorcio y el re-casamiento es que el cónyuge que no es creyente decida dejar o abandone al que si es creyente. En ese caso, el creyente queda libre de rehacer su vida y volver a casarse.
Es importante entender esto porque algunos pudieran enseñar que “si su cónyuge no es creyente, usted lo puede dejar, ya que es yugo desigual”.
Si usted se unió en matrimonio siendo creyente con un no-creyente, usted forjó un yugo desigual y dos cosas pasaron: o no tuvo una buena consejería pre-matrimonial, o la tuvo y no hizo caso. Ahora no es tiempo de divorciarse.
Ahora es el momento de dar testimonio de que eres un verdadero creyente y orar por su cónyuge. En 1 Corintios 7:16, Pablo instruye al creyente a dar testimonio, porque no sabemos si Dios salva a su cónyuge a través de su testimonio.
Como consejero matrimonial y como pastor, muchas veces recibo en mi oficina a cónyuges que quieren divorciarse porque la otra parte no viene a la iglesia y vive una vida desordenada, aunque respeta sus convicciones.
Si este es su caso, usted no se puede divorciar. Usted tiene que seguir orando y dando testimonio. Dé ejemplo: sea buen cónyuge, buen padre o madre, cumpla con lo que de usted se espera, dentro y fuera del hogar, sea ejemplo de lo que es ser un creyente.
La otra parte entréguesela a Dios.
Yo he sido testigo de lo que cónyuges fieles a Dios y sus familias han experimentado a largo plazo: Dios puede cambiar los corazones. Usted y yo no somos el Espíritu Santo, no condenemos a nuestros cónyuges ni tratemos de convertirlos; solo seamos fieles a Dios y démosle ejemplo.
Un llamado a permanecer juntos
Muchos han sufrido los estragos del divorcio, pero no están condenados a repetirlos. Le invito a considerar el estado de su matrimonio, pero también los efectos y el costo de lo que sería un divorcio.
Estoy consciente de que puede estar atravesando una situación difícil. Quizás se encuentra en un estado de desesperanza, donde piensa que ya no puede aguantar más. Quizás ha sido muy difícil la carga sobre tus hijos.
Pero un divorcio siempre, siempre es doloroso. ¡No se rinda!
Reconozco que cada caso tiene sus características, y siempre recomendamos ir a consejería matrimonial pastoral antes de tomar cualquier decisión. Exhorto a que se intente por todos los medios trabajar el matrimonio.
Aun en casos de infidelidad, creo que la gracia y misericordia de Dios son suficientes para trabajar el matrimonio, reconciliar a la pareja y restaurar a los afectados.
Como pastores tenemos un compromiso en proteger a las víctimas, pero debemos estar dispuestos a trabajar, ayudar y restaurar al victimario.
“Entonces, ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes. Sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo de la unidad”, Colosenses 3:12-14.
¿Estaba Pablo de Acuerdo con el Divorcio?
El hecho de que Pablo aprobara una política permisiva sobre casarse de nuevo, no implica que Pablo era tolerante en lo que se refería al divorcio. No, Pablo se oponía claramente al divorcio en general. Anteriormente, en este mismo capítulo de su primera carta a los corintios, él estableció una ley que armoniza con el odio que Dios le tiene al divorcio:
“A los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.
A los demás yo digo, no el Señor, que si algún hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no es creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido no creyente es santificado por la mujer; y la mujer no creyente, por el marido.
De otra manera vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora son santos. Pero si el no creyente se separa, sepárese, pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a vivir en paz Dios nos llamó.
¿Qué sabes tú, mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, marido, si quizá harás salva a tu mujer? Pero cada uno viva según los dones que el Señor le repartió y según era cuando Dios lo llamó: esto ordeno en todas las iglesias” (1 Corintios 7:10-17).
Nótese primeramente que Pablo se dirigió a los creyentes que estaban casados con otros creyentes. Por supuesto que ellos no deberían divorciarse y Pablo dijo que ésta no era su instrucción, sino la del Señor. Y ciertamente esto está de acuerdo con todo lo que hemos leído de la Biblia hasta ahora.
Aquí es donde esto se pone interesante. Pablo obviamente conocía la realidad lo suficiente como para darse cuenta que aun los cristianos podían divorciarse en ciertos casos.
Si esto ocurre, Pablo dijo que la persona que se divorcia de su pareja debería permanecer sin casarse o reconciliarse con su cónyuge.
(Aunque Pablo le da estas instrucciones a las esposas, yo pienso que las mismas reglas aplicaban para los hombres).
Otra vez, lo que Pablo escribe no debe sorprendernos. Primeramente, él habla de la ley de Dios acerca del divorcio, pero él es lo suficientemente inteligente para saber que la ley de Dios no es siempre obedecida.
Así que, cuando el pecado del divorcio ocurre entre los creyentes, él da más instrucciones. La persona que se divorcia de su cónyuge debe permanecer soltera o, en su defecto, debe reconciliarse con su pareja. Esto ciertamente sería lo mejor en una situación de divorcio entre dos cristianos.
En tanto no se casen de nuevo, todavía hay esperanza de una reconciliación, y esto sería lo mejor. Por supuesto, que si alguno de los dos se casa de nuevo, esto elimina la posibilidad de una reconciliación.
(Y obviamente, si hubieran cometido un pecado imperdonable al divorciarse, no existiría razón para que Pablo les dijera que se quedaran solteros y buscaran la reconciliación).
¿Supone usted que Pablo era lo suficientemente inteligente para saber que su instrucción para los creyentes divorciados no iba a ser obedecida siempre? Así pienso yo.
Quizás él no dio más instrucciones a los creyentes porque esperaba que los verdaderos creyentes siguieran su primera instrucción acerca de no divorciarse, y por eso sólo en casos extremos se necesitaba su segunda instrucción.
Ciertamente, si los verdaderos seguidores de Cristo tienen problemas maritales, harán todo lo que esté a su alcance para preservar sus matrimonios.
Y, con seguridad, un creyente que ha tratado de mantener su matrimonio varias veces y sólo encuentra la alternativa del divorcio, tratará de no casarse otra vez debido a su deseo de honrar a Cristo y buscará la reconciliación si aún hay esperanza. Me parece que el problema real en la iglesia moderna en cuanto al divorcio es que hay una gran cantidad de creyentes falsos que nunca han creído verdaderamente, lo cual les ha impedido someterse a Dios.
Está bastante claro lo que Pablo escribe en 1 Corintios 7 acerca de que Dios tiene expectativas más altas de los creyentes, de aquellos que son guiados por el Espíritu Santo, no así de los inconversos.
Pablo escribió, como lo leímos, que los creyentes no deberían divorciarse de sus parejas no creyentes si estas parejas consienten en vivir con ellos. Una vez más, esto no debe sorprendernos, pues está de acuerdo con todo lo que hemos leído acerca de este tema en la Escritura. Dios está en contra del divorcio.
Sin embargo, Pablo dice que si el inconverso desea divorciarse, el creyente debe aceptarlo. Pablo sabe que el que no es creyente no está sometido a Dios y por esto no se espera que actúe como un creyente.
Podría agregar que cuando el inconverso consiente en vivir con el creyente, significa dos cosas: que el inconverso es potencialmente abierto al evangelio, o que el creyente no es genuino y se está alejando de los caminos de Cristo.
Ahora, ¿podría usted decir que un creyente, que se ha divorciado de un no creyente, no es libre de casarse otra vez? Pablo nunca dijo tal cosa, como sí lo hizo en el caso de que dos creyentes se divorciaran.
Tendríamos que preguntarnos por qué Dios se opondría a que un creyente se casara de nuevo al haberse divorciado de su pareja no creyente.
¿Qué propósito tendría eso? Ahora, esto parece estar aparentemente en contra de lo que Jesús dijo acerca de casarse de nuevo: “el que se casa con la repudiada, comete adulterio” (Mateo 5:32). Otra vez, esto me hace sospechar que hemos malinterpretado lo que Jesús deseaba comunicar.
Divorcio en la Biblia » Consejos y Apoyo de expertos
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- Qué es el Divorcio en la Biblia.
- Cuándo es aceptado el Divorcio en la Biblia.
- Que dice la Biblia del Divorcio por Maltrato.
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El divorcio en la biblia es un acto que no se tenía contemplado ya que, establecía que no era el objeto o los fines del matrimonio establecidos por Dios.
El cual consistía, cuando algún hombre tomare a su mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
De igual forma no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Dios, y no has de pervertir la tierra que Dios te da por heredad.
Puedes consultar todo lo referente a la anulación del matrimonio religioso a través de nuestro artículo Cómo anular un Matrimonio por la Iglesia.
¿Qué es el matrimonio en la biblia?
La palabra matrimonio proviene del latín matrimonium, esta figura bíblica es un sacramento de servicio que implica la unión entre el hombre y la mujer ante la fe de Dios, cuyo propósito es el de fundar una familia bajo la fe cristiana.
El matrimonio es un sacramento de servicio que consiste en la unión de un hombre y una mujer ante los lineamientos de Dios, el cual tiene el propósito de fundar una familia cristiana.
Es por ello que toda persona confirmada y soltera puede contraer matrimonio eclesiástico.
Por consiguiente, si uno de ellos no es católico, puede solicitar una dispensa al obispo, quien es el único que puede otorgarla.
El fundamento en la biblia del sacramento del matrimonio, se encuentra en el libro de Génesis, capítulos primero y segundo. En él se establece la formación de la primera pareja que contempla la biblia, que es Adán y Eva. Por consiguiente, Jesús ratifica el vínculo sagrado entre el hombre y la mujer, de igual forma se pronuncia en contra de la figura del acta de repudio
¿Qué son los Sacramentos en la Biblia y cuáles son?
Los Sacramentos son un signo sensible y cierto de la gracia divina, asimismo, es el medio para alcanzar la santidad. Los creyentes consideran que a través de los sacramentos se comunican con la presencia real pero invisible de Dios.
La Iglesia Católica establece que los sacramentos fueron establecidos por Jesucristo. Su fundamento se encuentra en los diferentes pasajes de los evangelios y en las cartas de los apóstoles en la biblia.
Los Sacramentos establecidos en la Iglesia Católica son 7 y su significado es el siguiente:
- Bautismo, representa la purificación del pecado original, por lo que constituye una invitación a la santidad y a la Iglesia. Por lo que, el Bautismo se considera una vida fundada en el evangelio.
- Eucaristía, es el signo visible de la presencia de Jesús, en toda la comunidad católica, El pan y el Vino consagrado. Que se refieren al sacrificio de Cristo, por lo cual, se les considera su cuerpo y sangre, alimento material y espiritual para la fe católica.
- Confirmación, es la reafirmación de la fe, así como del compromiso en cristo, que cada vez incrementa por las bendiciones dadas por el señor. Como la sabiduría, inteligencia, fortaleza, ciencia, consejo, la piedad y el temor de Dios.
- Matrimonio, es el símbolo del amor y la entrega recíproca fundado en un proyecto de vida común en la fidelidad y el servicio. La familia formada a través del matrimonio representa a la iglesia y la sociedad, toda vez que en ella se fomentan y multiplican los valores.
- La frase célebre que formaliza el sacramento del matrimonio a través de la manifestación de voluntad, es cuando la pareja expresa Si acepto.
- Los objetos representativos del matrimonio son las argollas y las arras. Las primeras representan la unión amorosa y entre de los esposos, las segundas representan los bienes materiales y espirituales de los nuevos esposos.
Otros sacramentos contenidos en la Biblia
- Orden Sacerdotal, representa la consagración de la persona a seguir a Jesús. El sacerdocio y otras formas de ordenanza religiosa expresan ese mismo compromiso, que es único y permanente con la fe cristiana, para servir a la iglesia y su evangelización.
- Reconciliación, es la manifestación más clara de la misericordia que Dios tiene ante la vulnerabilidad humana, así como la oportunidad de dirigirse hacia la santidad. Como camino a la tranquilidad de conciencia, y auxilio ante la tentación.
- El acto material de la reconciliación es la confesión de los pecados ante el sacerdote. A través un acto de arrepentimiento, con el propósito de reparar el daño y cumplir la penitencia impuesta.
- Unción de los Enfermos, este sacramento transmite la presencia de Cristo. Fortaleza y consuelo en la enfermedad, así como conciencia en el lecho de muerte, otorga el perdón de los pecados y prepara al enfermo a una vida eterna.
Estos Sacramentos no solo son reconocidos por la Iglesia Católica, también se reconocen por la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia de Copta.
Tipos de Matrimonio en la biblia
Matrimonio Religioso
El Matrimonio Religioso establece la unión entre un hombre y una mujer, conforme a los principios doctrinales de una religión, y este, se celebra ante la potestad de una autoridad de determinada religión.
Matrimonio Católico
Se le nombra Matrimonio Católico a la unión de un hombre y una mujer ante la presencia de Dios, y se determina que este es de forma permanente. Lo anterior conforme a los lineamientos de la doctrina católica, que permite hacer una vida en común y de amor entre los esposos.
La Iglesia católica considera y establece que el matrimonio es uno de los siete sacramentos, por lo que es una Institución a perpetuidad que no puede romperse. Asimismo, los sacramentos son considerados la unión de la comunidad católica del mundo con Jesús, así como los unos con los otros, reuniéndolos como el cuerpo de Cristo.
Matrimonio Cristiano
Los Cristianos lo definen como una Institución Divina que celebra la unión de un hombre y una mujer con Dios, con los ordenamientos de la doctrina cristiana. Excluyendo al catolicismo, y conservando las demás religiones protestantes.
De igual forma, el Cristianismo considera el matrimonio como indisoluble conforme a los principios doctrinales de Cristo.
Fundada en su máxima, Lo que Dios juntó no lo puede separar el hombre.
Sin embargo, las Iglesias Cristianas sí permiten que tanto sus ministros, presbíteros y diáconos consuman uniones matrimoniales, supuesto que marca la diferencia entre la Iglesia Católica.
¿Cuándo es aceptado el Divorcio en la Biblia?
Del análisis bíblico se desprende que la disolución del matrimonio no se contemplaba ni era permitida.
Sin embargo, el texto bíblico si lo menciona, por ello, es importante explicar los argumentos del porqué este asunto es atraído a Moisés, a Jesús y a Pablo y reafirmar la postura de Dios sobre el tema.
Con un enfoque del antiguo testamento así como del nuevo testamento.
El Divorcio en el Antiguo Testamento
En el libro de Deuteronomio Capítulo 24 Versículo 1 y 4. Este libro establece que de cierta forma Moisés fue el precursor del divorcio a través de la expedición de cartas de divorcio a los hombres que encontraban algo indecente en sus esposas.
Es fundamental señalar, que el concepto indecente no es claro, puesto que no establecía sus alcances. Dejando a la especulación si se trataba de alguna connotación sexual, como el adulterio o la inexistencia de virginidad en la mujer, ya que el texto bíblico no lo establece con claridad.
Asimismo, la ley establecía que si la mujer era encontrada en adulterio, la penalidad a esta conducta era apedrearla hasta morir. Por consiguiente, lo indecente eran otras faltas no muy claras.
Libro de Malaquías Capítulo 2 Versículo 13 y 16. Establece que Dios es determinante en que él odia, aborrece y detesta el divorcio.
Por considerar al matrimonio como una institución sagrada, que no se estableció anotación alguna que permitía el divorcio.
Asimismo, consideraba que el divorcio sobrevino como consecuencia del pecado y la maldad del hombre.
En consecuencia, Moisés realmente se vio obligado a dar cartas de divorcio, por lo que hasta antes de que culminará el antiguo testamento, Dios confirmó su posición ante tan nefasta decisión de los esposos.
El Divorcio en el Nuevo Testamento
Libro de Mateo Capítulo 19 Versículo 3 y 12. Los Fariseos vinieron nuevamente a Jesús, tentándole y diciéndole ¿es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Evidenciando la conducta de Moisés al otorgar las cartas de divorcio que le solicitaban y por ende permitiendo el divorcio.
En el mismo sentido Jesús, da como razón válida para llevar la disolución del matrimonio la porneia, que era toda clase de relaciones sexuales ilícitas, inmoralidad sexual, esto es, la falta de castidad. Un término que abarcaba un amplio catálogo de pecados sexuales. Por consiguiente, esta razón era una excepción a su pensamiento más no un deseo personal.
De igual forma, Jesús ratifica la posición de Dios sobre el matrimonio. Así que corrige a los fariseos diciéndoles, por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres. Y se vio obligado a dar cartas de divorcio, más no porque fuera el deseo de Dios.
¿Qué dice la Biblia del Divorcio por Maltrato?
Jesús establece que el divorcio no era la intención de Dios para el matrimonio. Y que este debería ser permanente del amor de Dios y la devoción de Israel, por lo que, si un hombre era cruel o abusivo con su esposa no era el reflejo del espíritu amable y perdonador de Dios.
El hombre que se divorciaba de su esposa por tales circunstancias, no debería de casarse de nuevo. Dios fue fiel a la esposa, a pesar del adulterio espiritual de Israel. El hombre que no podía amar a su esposa como Dios amaba a Israel no era digno de tener una nueva esposa.
Tal y como se establece en Malaquías 2:16 Yo aborrezco el divorcio dice el Señor, Dios de Israel, y al que cubre de violencia sus vestiduras, dice el Señor Todopoderoso. Así que cuídense en su espíritu, y no sean traicioneros.
Un hombre no debía divorciarse de su esposa a menos que ella fuera infiel, o él fuese abusivo y el divorcio daba protección a esta. Si el divorcio no fue por infidelidad de su parte, no se le permitía volver a casarse (Mateo 19: 9).
Preguntas Frecuentes
¿Qué es la Inmoralidad Sexual en la Biblia?
Es una expresión que se usa en las Escrituras para referirse a algunas prácticas sexuales prohibidas por Dios. Incluye el adulterio, la prostitución, las relaciones sexuales entre personas no casadas entre sí, la homosexualidad y el sexo con animales.
¿En dónde se encuentra el fundamento bíblico del matrimonio?
El fundamento bíblico del sacramento del matrimonio se encuentra en el libro del Génesis (capítulos 1 y 2), donde se habla de la formación de la primera pareja, Adán y Eva.
¿Qué son los Sacramentos?
Los sacramentos son signos especiales del amor y la presencia de Dios, que fueron establecidos por Jesús. Los sacramentos unen a los católicos de todo el mundo con Jesucristo y a los unos con los otros.
¿Permite la Biblia el Divorcio en Caso de Adulterio?
¿Permite la Biblia el divorcio en caso de adulterio?
No lo creo. No pienso que la Biblia permite el divorcio y el volver a contraer matrimonio nunca mientras el esposo/a esté vivo/a. Ese es mi radical, descabellado, conservador, estrecho, realista y muy necesario punto de vista en nuestra cultura de divorcio-feliz.
¿Permite la Biblia el divorcio en caso de adulterio, incluso si el adúltero se arrepiente? Ahora, supongo que detrás de esta pregunta está Mateo 5:32 y 19:9. Esas son las dos cláusulas de excepción en el Nuevo Testamento: “Todo el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de _____ [la palabra griega aquí es porneia] la hace cometer adulterio y se case con otra, comete adulterio.”
Porneia es a veces traducida como “impureza”, o “inmoralidad”. Significa más naturalmente “fornicación”, por lo que yo tengo esta bizarra interpretación que muy pocas personas siguen. Yo creo que aquí en Mateo se refiere a fornicación, es decir, sexo antes del matrimonio.
En otras palabras, Jesús no está diciendo, cuando él prohíbe el divorcio y volver a contraer matrimonio, que un pecado sexual antes del matrimonio debe abstenerte de casarte.
Y él hizo eso porque José y María estuvieron en esa situación en Mateo, el cuál es el libro en el que estas cláusulas de excepción ocurren.
Por lo menos, José pensó que María estaba en esa situación, e iba a repudiarla y no casarse con ella, porque él era un hombre justo y no quería casarse. Y Jesús está diciendo, “No tengo esta situación en mente cuando prohíbo el divorcio”.
Así que no creo que haya una excepción para el adulterio en el Nuevo Testamento.
Pero, incluso si dejas de lado todo lo que acabo de decir aquí, ve a Efesios 5 donde dice, “Esposos amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia.”
Bueno, ¿ha cometido adulterio alguna vez la iglesia? Como, ¿diariamente?
Entonces, ¿cómo puede un esposo cristiano decir a una arrepentida esposa adúltera, “¡Tú lo hiciste, y eso lo quiebra! Se terminó, y lo voy a hacer oficial ante la corte”? Es que solamente no puedo ver como un esposo cristiano puede hablar o sentirse de esa manera hacia una quebrantada y arrepentida esposa. Y pienso que incluso si ella no estuviera quebrantada y arrepentida, que él debería esperar y esperar y orar y orar.
Esa es una dura enseñanza.
Una vez leí un libro de Geoffrey Bromiley llamado Dios y el Matrimonio, unas 120 páginas. Y está dividido en dos secciones: El Dios Trino del Antiguo Testamento y el Matrimonio, y el Dios Trino del Nuevo Testamento. Y él señalaba que en el Antiguo Testamento, todos los matrimonios están corrompidos. Son todos dolorosos. Tomó el matrimonio de cada patriarca y muestra cuán horrible fueron.
Hay poligamia envuelta, Agar y concubinas envueltas. ¡Cada matrimonio que ves en el Antiguo Testamento es horrible! Y no hay divorcio en ningún lugar en el Antiguo Testamento entre los patriarcas. Todos perduraron. Todos lo atravesaron. ¡Pero era simplemente un desastre! Era horrible.
Y Dios, al final, nunca se divorcia de su pueblo. Hay separaciones: ella se va en exilio a Babilonia. Y existe un lenguaje tipo de divorcio. ¡Tienes que ser cuidadoso en Jeremías! Dice que le dio carta de divorcio, pero no realmente. Él la echó y luego va y dice, “¡Mi corazón se enternece por ti. Te volveré a tomar!” Y entonces, Oseas ilustra eso con ir y casarse con una prostituta.
Fue realmente poderoso para mí en una cierta etapa de mi matrimonio oír a Bromiley señalar con ilustración tras ilustración cuántos malos matrimonios habían en el Antiguo Testamento y cómo ninguno de ellos terminó en divorcio.
El divorcio en la Biblia, ¿es permitido?
El matrimonio es un pacto para toda la vida. No en vano es tan popular la frase “hasta que la muerte los separe”. Sin embargo, no todas las relaciones se mantienen unidas, incluso dentro de la iglesia. Por eso, muchas parejas cristianas al borde de la separación se preguntan qué dice sobre el divorcio en la Biblia.
No cabe duda de que este es un asunto delicado que debe tratarse con tacto. Cada pareja tiene una realidad distinta. Lo más recomendable es que este tema se converse con algún consejero de confianza. No obstante, hay principios bíblicos que se deben tener en cuenta al atravesar por esta situación.
En este artículo explicamos los principales pasajes donde habla sobre el divorcio la Biblia. Así, esperamos dar respuesta a tus dudas sobre este tema. Sobre todo, queremos que encuentres la guía del Espíritu Santo al respecto.
¿Qué dice sobre el divorcio en la Biblia?
Como cristianos, la Biblia debe ser el primer lugar donde busquemos orientación. Cualquier consejo sobre el divorcio tiene que estar alineado con sus enseñanzas. Además, estas se deben aplicar de manera pertinente según cada caso.
Según la Palabra, cuando dos personas se casan, se vuelven “una sola carne”. De hecho, Malaquías 2:16 afirma que el Señor aborrece el divorcio. Cuando le preguntaron a Jesús al respecto, esta fue su respuesta:
«¿No han leído que Aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, y dijo: “Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”? Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe».
Mateo 19:4-6
Es por eso que esta no debería ser la primera opción de ninguna pareja. Esto aplica también en el caso de quienes se casaron antes de conocer a Cristo. A continuación, explicamos un pasaje que profundiza en esto.
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¿Qué sucede en el caso de quienes llegan al evangelio casados?
La mayoría de las personas llegan a Cristo en su edad adulta. Muchos de ellos ya se han casado, divorciado o formado una familia. Por lo tanto, una de sus principales dudas suele ser si tienen permitido separarse o casarse de nuevo.
Cuando conocemos a Dios, nuestra perspectiva de la vida cambia de forma radical. Las relaciones y matrimonios fuera del cristianismo no suelen seguir los principios bíblicos. De modo que es normal querer empezar de nuevo con una relación bendecida por Dios.
Sin embargo, antes de tomar cualquier decisión, es necesario ir a la Palabra. El apóstol Pablo explica lo que se debe hacer en 1 Corintios 7. Su enseñanza se puede resumir en un solo versículo:
Cada uno debería seguir viviendo en la situación que el Señor lo haya puesto, y permanecer tal como estaba cuando Dios lo llamó por primera vez. Esa es mi regla para todas las iglesias.
1 Corintios 7:17 (NTV)
Explicación de 1 Corintios 7:10-17
En pocas palabras, quienes llegan al evangelio casados deben mantenerse de esta manera. No es recomendable separarse de forma apresurada, aunque parecen existir motivos. Lo mejor es poner la situación en manos de Dios y buscar consejo antes.
No obstante, para los que ya están casados, tengo un mandato que no proviene de mí sino del Señor. La esposa no debe dejar a su marido; pero si lo deja, que no se case de nuevo o bien que se reconcilie con él; y el marido no debe dejar a su esposa. En pocas palabras, no debemos procurar divorciarnos de inmediato.
1 Corintios 7:10 (NTV)
Si somos cristianos, podemos santificar nuestro matrimonio y familia. Esta es la razón por la que Pablo no aconseja el divorcio. Si se trata de una pareja con hijos, tienen aún más motivos para permanecer juntos.
Si un creyente está casado con una mujer que no es creyente y ella está dispuesta a seguir viviendo con él, no debe abandonarla.
Y, si una creyente tiene un esposo que no es creyente y él está dispuesto a seguir viviendo con ella, no debe abandonarlo.
Pues la esposa creyente da santidad a su matrimonio, y el esposo creyente da santidad al suyo. De otro modo, sus hijos no serían santos, pero ahora son santos.
1 Corintios 7:12-14 (NTV)
¿Cuándo está permitido el divorcio en la Biblia?
Hasta ahora hemos visto que Dios no apoya la separación bajo ninguna excusa. Su deseo es que los matrimonios permanezcan unidos. Sin embargo, hay algunas circunstancias en las que el divorcio está permitido según la Biblia.
En 1 Corintios el apóstol Pablo culmina diciendo que la separación puede darse por iniciativa del cónyuge que no es cristiano. En este caso, no estamos obligados a insistir para mantener la relación. Tampoco somos culpables del divorcio ante Dios.
Si el esposo o la esposa que no es creyente insiste en irse, dejen que se vaya. En esos casos, el cónyuge creyente ya no está ligado al otro, porque Dios los ha llamado a ustedes a vivir en paz.
1 Corintios 7:15
Asimismo, en Mateo 19 Jesús menciona una razón válida para el divorcio: el adulterio o la infidelidad. No obstante, la palabra usada en este pasaje se puede aplicar a cualquier tipo de inmoralidad sexual. Esto incluye, por ejemplo, la prostitución y el abuso.
Pero yo les digo que cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, y se case con otra, comete adulterio.
Mateo 19:9
La infidelidad afecta de manera directa la integridad del vínculo marital. Es por eso que es una razón para el divorcio en la Biblia. Aun así, la reconciliación y el perdón también son posibles. En cualquier caso, es necesario buscar la dirección del Espíritu Santo y consejos sabios.
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Entonces, ¿es posible divorciarse con la aprobación de Dios?
Si bien la Biblia contempla el divorcio como una posibilidad, no es el fin ideal de un matrimonio. De hecho, Jesús menciona que es permitido solo por la dureza de nuestros corazones. Si procuramos honrarlo con nuestra relación de pareja, no deberíamos tener motivos para separarnos.
Por la dureza de su corazón Moisés les permitió a ustedes divorciarse de sus mujeres; pero no ha sido así desde el principio. Mateo 19:8
Sin embargo, debemos recordar que el matrimonio es la unión de dos pecadores. Lamentablemente, existe la posibilidad de que fallemos. Además de la infidelidad, existen otras situaciones como el abuso y la violencia. Aunque no se mencionan en la Biblia, ponen en riesgo la integridad, e incluso la vida, de la víctima.
Es por eso que cada pareja y circunstancia se debe considerar de forma individual. Dios nos ha dado sus enseñanzas sobre este tema de forma clara. Nuestra responsabilidad es obedecerlas y honrarle al aplicarlas.
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¿Qué dice la Biblia sobre el divorcio?
“El divorcio en realidad no es el problema en sí mismo, sino el resultado de un conjunto de inconvenientes, desavenencias y problemáticas vividas en el contexto del matrimonio que, sumado a la ausencia de Dios en la intimidad del hogar, desencadenan una serie de sufrimientos, tanto para los cónyuges, como para sus seres queridos.”
Lic. Yeison A. Montoya
El matrimonio es una institución divina establecida por Dios antes de la entrada del pecado al mundo, cuando todo era “bueno en gran manera” (Génesis 1:31). El divorcio, por su parte, surgió después del pecado, y fue permitido por Dios “por la dureza de nuestros corazones”, aunque no era Su plan. (Mateo 19:8).
El divorcio en la actualidad
Según un estudio realizado por Business Insider, los dos países del mundo con mayor índice de divorcio son: Bélgica con el 70% y Portugal con el 68%.
[1] En Sudamérica, el país con menos divorcios es Chile (3%),[2] Paraguay alcanza el 5%[3] Ecuador el 20% y Brasil el 21%.[4] En Perú pasó del 15% al 30% en los últimos 5 años.
[5] En Bolivia las cifras se dispararon de 27 a 40 divorcios por día,[6] mientras en Argentina 15,[7] y en Uruguay 10.[8]
Estos datos, aunque nos comparan con el denominado “viejo mundo” donde las cifras en promedio triplican a las de Sudamérica, deberían hacernos pensar en lo desechables que se están convirtiendo aquellos votos en los que juramos amor para toda la vida. La bendición nupcial que profiere: “…lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6) está pasando a ser cada vez más una formalidad ceremonial y no un lema para la vida.
¿Por qué se divorcian?
El diario ABC Color de Paraguay, estima que el 50% de los divorcios ocurren por problemas de dinero.
[9] Otras fuentes advierten que es por problemas en la comunicación o la infidelidad; podemos añadir a la lista: matrimonios a corta edad, pobreza, desempleo, bajo nivel educacional, convivencia con otra (o la misma) pareja antes del matrimonio, los hijos antes del matrimonio, y hasta el ronquido insoportable de uno de los cónyuges o la falta de higiene personal.[10]
Hoy día es tan fácil divorciarse, que varios países como Argentina contemplan la modalidad del “divorcio express” sin la necesidad de contar con el consentimiento del otro cónyuge.[11]
¿Qué dice la Biblia?
Aunque parezca, el divorcio en realidad no es el problema en sí mismo, sino el resultado de un conjunto de inconvenientes, desavenencias y problemáticas vividas en el contexto del matrimonio que, sumado a la ausencia de Dios en la intimidad del hogar (Salmos 127:1), desencadenan una serie de sufrimientos, tanto para los cónyuges, como para sus seres queridos. Podemos encontrar muchos motivos para dar fin a una relación matrimonial, pero, ¿son estas razones correctas para el divorcio? ¿Qué dice Dios en su Palabra?
Dios ha destinado que la relación matrimonial sea tan permanente como la relación de Cristo con la Iglesia (Efesios 5:31, 32). Elena de White dice que “el matrimonio, es una unión de por vida, un símbolo de la unión entre Cristo y su iglesia”.[12] Además, permítanme enfatizar Malaquías 2:16 donde se nos dice: “Yo aborrezco el divorcio –dice el SEÑOR Dios de Israel”.
De acuerdo con la Biblia, el plan de Dios es que el matrimonio sea un compromiso para toda la vida (Mateo 19:6).
Sin embargo, Dios, sabiendo que esta es una unión de dos pecadores, estableció en el Antiguo Testamento algunas leyes para limitar el derecho al divorcio (Deuteronomio 24:1-4).
Jesús señaló que aquellas leyes fueron dadas a causa de la dureza de los corazones de la gente, más no porque fuera ese Su plan (Mateo 19:8), Él solo admite el divorcio en caso de adulterio, permitiendo solamente a la parte inocente volver a casarse.
Es más, aun cuando se haya cometido adulterio, una pareja puede por medio de la gracia de Dios aprender a perdonar, y comenzar a reconstruir su matrimonio: “Si se consagran plenamente el uno al otro, en Cristo pueden lograr una amorosa unidad gracias a la dirección del Espíritu y al amante cuidado de la Iglesia”[13].
Conclusión y consejos finales
Elena de White ha escrito un texto que nos deja sin excusas ante esta situación: “Aunque se susciten dificultades, congojas, y desalientos, no abriguen jamás ni el hombre ni la mujer el pensamiento de que su unión es un error o una decepción. […] Haya entre ustedes amor mutuo y sopórtense uno al otro. Entonces el matrimonio, en vez de ser la terminación del amor, será más bien su verdadero comienzo”.[14]
Y, como diría el pastor Willie Oliver: “No espere hasta que el coche se rompa para llevarlo al taller”,[15] antes luche en oración por su matrimonio y aprenda a amar y perdonar diariamente, aplicando el consejo bíblico: “Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga” (Efesios 4:26).
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Entre Familia
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Yeison A. Montoya es Licenciado en Teología por la Universidad Adventista de Colombia (UNAC), fue Director de la Radio Nuevo Tiempo en Paraguay y, actualmente, es pastor en la Red Nuevo Tiempo en Brasil.
[1] https://diariocorreo.pe/miscelanea/belgica-y-portugal-son-los-paises-con-mas-di-30503/
[2] http://www2.latercera.com/noticia/divorcios-alcanzan-la-cifra-mas-alta-los-ultimos-seis-anos/
[3] http://www.abc.com.py/tv/locales/registro-civil-matrimonios-vs-divorcios-1651137.html
[4] http://www.eleconomistaamerica.com/sociedad-eAm-chile/noticias/5905891/07/14/Ocho-estadisticas-sobre-el-divorcio-que-le-sorprenderan.html
[5] http://larepublica.pe/sociedad/1041967-divorcios-aumentaron-en-un-30-en-siete-anos
[6] https://www.urgentebo.com/noticia/en-dos-a%C3%B1os-los-divorcios-se-disparan-de-27-40-por-cada-d%C3%ADa
[7] https://www.clarin.com/sociedad/divorcios-dia-pico-crisis-pareja_0_NkvXOSx4Z.html
[8] https://www.elpais.com.uy/informacion/hay-matrimonios-reducen-divorcios.html
[9] http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/economico/hasta-que-el-dinero-nos-separe-1374654.html
[10] https://es.wikipedia.org/wiki/Divorcio#Causas_del_divorcio
[11] https://ocampoarch.wordpress.com/2008/11/02/nuevo-divorcio-express/
[12] Elena de White, Testimonios, vol. 7, p. 46
[13] https://www.adventist.org/es/creencias/la-vida-diaria/el-matrimonio-y-la-familia/
[14] Elena de White, El Ministerio de curación, p. 278, 279
[15] https://news.adventist.org/es/todas-las-noticias/noticias/go/2007-06-04/america-del-norte-el-divorcio-no-siempre-inevitable-se-puede-prevenir-dice-pastor-adventista/